En un suceso histórico y con muchos condimentos, Boca Juniors derrotó a River Plate, por 7 a 0, y se consagró campeón del primer torneo semi-profesional.
El Estadio José Amalfitani fue partícipe de un evento que quedará marcado en la historia y la retina de los apasionados por la disciplina. River Plate y Boca Juniors se enfrentaron en la Final del primer torneo profesional, o mejor dicho semi-profesional, de la historia.
Las gladiadoras, quienes llevaban una sequía de 8 años sin títulos, llegaban a la definición invictas y sin recibir goles. En el camino debieron superar a Excursionistas, SAT, Gimnasia y Huracán (Zona A), Platense (Cuartos de Final) y San Lorenzo (Semifinales). Por su parte, las millonarias vencieron a Lanús, Racing y Villa San Carlos (Zona D), Independiente (Cuartos de Final) y, desde los doce pasos, a UAI Urquiza (Semifinales).
Tras el pitazo inicial de, la jueza mundialista, Laura Fortunato, ambos elencos salieron decididos a plasmar su juego y táctica en el verde césped. Las dirigidas por Daniel Reyes presionaban e intentaban generar peligro con las apariciones esporádicas de Birizamberri y Lezcano, aunque por muchos momentos en soledad. Por su parte, las xeneixes proponían sociedades y desequilibrio en sus extremos.
Los momentos claves del cotejo se dieron con las dos primeras anotaciones y los pocos minutos de diferencia entre ellos. El decaimiento y desatenciones defensivas de la banda, se vieron potenciadas por la confianza y recursos del rival. A los 13' Clarisa Huber aprovechó un error de la defensora y pase de Rodríguez para abrir el marcador, mientras que a los 15' Yamila Rodríguez venció a Molinas con un disparo desde afuera.
Tras el quiebre, a las rojiblancas le costó volver a ingresar en el circuito futbolístico y la diferencia. Las dirigidas por Christian Meloni se lucían y mostraban su repertorio de variantes. Benítez y la experimentada Vallejos estaban participativas. Por el lado derecho se veía lo mejor del encuentro con las apariciones escalonadas de Cruz, Huber y la figura Troncoso.
Por el mencionado sector, a espaldas de la uruguaya Birizamberri y Sonetti, llegarían más goles y gritos de los relatores presentes en el sector "Jorge Guinzburg". A los 31', un desborde de Troncoso y movimientos de pívot de Ojeda, asistió a Lorena Benitez, quien remató y, luego, a los 35', nuevamente la ex-delantera de Estudiantes (LP) habilitó a Fabiana Vallejos.
Antes del descanso, River intentó descontar con un cabezazo de la atacante Birizamberri, pero Oliveros controló, para continuar con el invicto sin recibir goles (el último fue en febrero del 2020, en el 7 a 2 ante Platense como visitante. La arquera fue Dulce Tortolo), y en la réplica Andrea Ojeda mostró su calidad y capacidad en el área para definir, tras un centro de Huber.
Con los cambios e indicaciones, Daniel Reyes planteó volver a las bases y primeros instantes de la Final, con presión constante y un medio más firme, pero la ambición, efectividad y alternativas del equipo de la ribera amplió las limitaciones propias y el marcador.
El resultado, que se suma a las máximas goleadas en superclásicos, se cerraría, primero a los 58', con una sociedad entre Rodríguez, Huber y Andrea Ojeda, quien convirtió su decimo tanto en el certamen (Goleadora del Torneo de Transición 2020), y, luego, a los 63' con una definición de, la campeona de Copa Libertadores con Atlético Huila, Fabiana Vallejos.
El marcador será anecdótico y parte del folclore de sus hinchas. Los estadios principales, el semi-profesionalismo, la visibilidad, la participación y realización de la Copa Libertadores en nuestro país deben seguir siendo pasos y puntapié para que el fútbol femenino siga creciendo.
Por último, quiero agradecer a Stefanía León, Diario La Futbolista y Radio en la Ciudad por permitirme ser parte de la final como comentarista.
De Mariano Peralta (@mh_peralta)
Fotos: Mariano Peralta
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