A las 24 horas, y sin ningún tiempo adicional, el calendario decretó el final de un año para el olvido de River Plate. El millonario, con el Mundial de Clubes en el horizonte, deberá corregir errores, trabajar mucho y acertar en su diagnóstico.
¿Qué nota tuvo el 2024 para River Plate? Es un buen interrogante para comenzar a transitar este nuevo artículo de la Pizarra Táctica. En mi opinión, los 366 días fueron para dos o tres puntos. No estuvo a la altura o competencia y fracasó en los cruces importantes. Lo positivo: Tiene la oportunidad de aprender y demostrar que, tras un pésimo año, Marcelo Gallardo puede repetir lo realizado en 2018.
El año de la banda roja comenzó con pasajes de buen juego y poderío ofensivo (Miguel Borja anotó 25 goles en 28 partidos). El puesto de "mejor primero" en la fase de grupos de la Copa Libertadores y la victoria en el Trofeo de Campeones, frente al Estudiantes de La Plata de Enzo Pérez, generaban augurios de otro desenlace.
La igualdad de Cristian Medina en el Superclásico, algunas internas, derrotas duras y las eliminaciones, frente a Boca Juniors y Temperley, encendieron las alarmas en el tablero de un discutido Martin Demichelis. La presión mediática, el clamor popular y un maltrato dirigencial colocaron punto final a su estadía el 28 de julio del 2024.
31 partidos (17 PG, 8 PE y 6 PP *cuenta como derrota el enfrentamiento con Temperley por Copa Argentina*) disputó Micho como entrenador en el año. Un promedio de 1.90 puntos por partido, 61 goles a favor y 30 goles en contra. Rodrigo Villagra, Adam Bareiro, Agustín Santanna, Jeremías Ledesma, Franco Carboni y Federico Gattoni llegaron a la institución en los mercados de pases. Por su parte, debutaron los juveniles Daniel Zabala, Franco Mastantuono, Ian Subiabre y Agustín Ruberto.
Desde su arribo, Gallardo no encontró el camino, ni aportó sus destellos o rasgos de identidad ganadora. La escuadra logró una mejoría en defensa, con refuerzos de jerarquía, pero se desmoronó en la ida frente al Atlético Mineiro. El buen juego, mostrado en su anterior ciclo, y la capacidad ofensiva continúan en deuda.
El muñeco dirigió 25 cotejos (11 PG, 10 PE y 4 PP), con un promedio de 1.72 puntos por partido, 32 goles a favor y 19 goles en contra. Algunos errores en sus planteos, muecas de desconfianza y declaraciones son un reflejo o semblante del 2024 rojiblanco.
La dura derrota en tierras cariocas o la eliminación frente a Atlético Mineiro fueron el fracaso más importante del año. Jugadores que no compitieron, mala planificación, el sueño de definir la Copa en el Estadio Monumental se hizo añicos y lo único que estuvo a la altura fue el recibimiento y la gente.
Los errores constantes de Paulo Diaz (roja infantil frente a Colo-Colo) y las diferentes duplas centrales, las dudas en un puesto clave en la identidad de un equipo, como es el volante central, con Nicolas Fonseca, Rodrigo Villagra o Matias Krannevitter, intermitencias en promesas como Franco Mastantuono, Pablo Solari o Claudio Echeverri, lesiones de Marcos Acuña, bajos niveles en futbolistas importantes como Germán Pezzella, Ignacio Fernández o Manuel Lanzini y la falta de gol de Adam Bareiro fueron algunos puntos débiles en el verde césped. Los aprobados: Franco Armani, Facundo Colidio y la vuelta de Gonzalo Martínez
Las clasificaciones a las próximas Copa Libertadores y Mundial de Clubes fueron los pocos objetivos tachados en el balance de uno de los equipos más grande de Argentina. El aprendizaje obtenido en los últimos 366 días y dirigentes que no pueden volver a fallar en el mercado serán importantes para este 2025. La pretemporada en la Patagonia y el armado del nuevo plantel son las primeras nuevas pruebas para ver si el crédito de Napoleón sigue vigente.
De Mariano Peralta (@nanoperaltapd)
Fotos: Ole / TyC Sports / River Plate /
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